sábado, 26 de enero de 2008

ALMOHADAS


Si es posible, pruébela unos días antes de comprarla


Una almohada puede provocar que sus dolores cervicales se acentúen o, por el contrario, contribuir a que remitan. ¿Cómo saber cuál es la adecuada? Los expertos aseguran que es un producto muy personal y que su elección debe realizarse en función del colchón donde se duerma habitualmente. La nuca es una zona muy sensible porque soporta la parte más importante del cuerpo, por lo que acumula una gran tensión. Tan personal es su elección, que dos personas que comparten cama pueden necesitar almohadas distintas.


Mejor con almohada


Uno de los mitos que giran en torno a las almohadas es que es más sano dormir sin ellas. Sin embargo, la cabeza necesita un apoyo para que la columna vertebral permanezca en su posición natural y no quede sometida a ningún tipo de tensión "Es mucho mejor dormir con almohada, porque si se duerme sin ella el cuello se fuerza demasiado", explica Antonio Navarro, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. "Incluso durmiendo boca arriba tampoco es recomendable prescindir de la almohada, porque el cuello, al relajase, termina rotando en un sentido u otro, lo que puede acabar produciendo un espasmo muscular", aclara el experto.


A la hora de asesorar sobre los mejores tipos de almohada, todos los expertos coinciden en que es un apartado totalmente personal. Cada individuo duerme de una manera distinta y no todos tenemos las mismas dimensiones. Lo más importante es que la posición del cuello no sea forzada ni hacia delante ni hacia abajo. "La almohada debe adaptarse a la comodidad del individuo", dice Antonio Herrera, traumatólogo del Hospital Miguel Servet, de Zaragoza. "En individuos jóvenes y sanos, lo más adecuado es utilizar una almohada no excesivamente gruesa, mientras que en personas con lesiones artrósicas de columna cervical, la almohada debe ser lo más fina posible", agrega Herrera.

Es importante tomar conciencia de que un descanso incorrecto puede provocar importantes deterioros en la columna vertebral, alterar la elasticidad de la musculatura y disminuir, por tanto, la capacidad de concentración y rendimiento. Por ello, conviene seguir las recomendaciones de la Fundación Kovaks, especializada en las dolencias de la espalda:


  • Si duerme boca arriba. Se recomienda una almohada relativamente fina. Ésta debe asegurar que la columna cervical forma con la columna dorsal el mismo ángulo que al estar de pie. Una almohada excesivamente ancha tendería a provocar que el cuello se flexionase exageradamente hacia delante, mientras que dormir sin almohada tendería a hacer que el cuello estuviese en hiperextensión. Mantener durante horas estas dos posturas facilitaría la aparición de contracturas cervicales.

  • Si duerme apoyado sobre un hombro. Se recomienda una almohada gruesa. Debe mantener el cuello en el eje de la columna dorsal, asegurando que no caiga ni rote.

  • Dormir boca abajo no es recomendable. Al hacerlo se suele modificar la curvatura de la columna lumbar y, para poder respirar, debe mantenerse el cuello girado durante varias horas. Si no se puede dormir en otra postura, debería intentar hacerlo ligeramente de costado. Si, por ejemplo, se girase hacia el lado izquierdo, debería flexionar la cadera y la rodilla derecha, aun manteniendo estirada la izquierda, y procurar girar los hombros y adaptar la forma de la almohada a su cabeza, de modo que la postura relativa del cuello en relación a la columna dorsal fuese lo más parecida posible a la que se forma cuando estamos de pie.

  • Si no se está seguro de la posición en la que se duerme, los especialistas recomiendan seleccionar una almohada que tenga un alto grado de flexibilidad, es decir, lo suficientemente esponjosa para que se acomode a diferentes posiciones. Las almohadas de relleno natural tienden a tener esta cualidad.

Un artículo muy personal


Cuando se cambia de cama es conveniente probar la almohada de siempre con la nueva cama, ya que el grosor del nuevo colchón podría ser diferente al viejo, lo que tendería a provocar un desajuste con el grosor de la almohada y, por lo tanto, una curvatura desaconsejada de la espalda. En ese caso, cambiar de almohada sería lo más aconsejable. Pero si no hay cambio de cama de por medio, los especialistas aconsejan mantener siempre la misma almohada.



La almohada es algo muy personal. Incluso, hay personas que sufren habitualmente dolores cervicales y llevan su propia almohada en la maleta cuando viajan. Es muy común el hecho de que cuando uno duerme en una cama que no es la habitual sufra de dolores musculares, sobre todo los más mayores. Las personas jóvenes lo soportan mejor, pero cuando se pasa de los 50 años son frecuentes las dolencias de artrosis en la columna al cambiar de almohada", concluye el experto.



En los últimos años se han puesto de moda las almohadas cervicales, especialmente diseñadas para prevenir y mejorar dolores y molestias cervicales provocadas por malas posturas durante el sueño. Suelen ser de espuma con forma de corazón que sirven para dar soporte al cuello y a la cabeza. La base es plana pero la superficie superior tiene dos curvas exteriores con mayor grado de dureza y una zona blanda central. Los expertos difieren en su eficacia, su utilidad se reduce a quienes duermen boca arriba porque evitan que se mueva el cuello y aparezcan así los dolores. Existen diferentes factores que determinan la calidad y precio de una almohada, como el tipo y la cantidad de relleno o la tela de la funda. El relleno es necesario para el confort y soporte, ya que determina la firmeza de la almohada. Los materiales más habituales para rellenar almohadas son las siguientes:



  • Plumas. Muy buenas porque se consiguen moldear a gusto de cada uno, pero con el inconveniente de que, al hacer con la cabeza una especie de nicho, dan más calor. Se pueden encontrar desde 20 euros.

  • Fibras de poliéster. Pueden ser de gran calidad, con un efecto parecido al de las plumas, que se lavan sin problema. Pero también se encuentran otras peores que se quedan apelmazadas al lavarlas. A partir de 30 euros.

  • Látex. Muy adaptables a la forma y peso de la cabeza. Son las más caras: su precio ronda los 70 euros.
    De todas ellas, destacan especialmente las almohadas de látex. Este material posee unas características muy interesantes para la fabricación de colchones y almohadas. Los ácaros no anidan en este material y las almohadas de este relleno poseen una elevada elasticidad, es decir, son capaces de deformarse cuando se les somete a esfuerzos y recuperar rápidamente el tamaño y las formas originales. Su estructura, formada por millones de hilos de caucho, permite que el aire entre y salga con facilidad en cada movimiento. Se amoldan perfectamente al cuerpo y a las articulaciones, y se conservan durante más tiempo. "Las almohadas de látex pueden tener distinta consistencia. Las hay más o menos duras, pero las de una dureza intermedia son las más recomendables"


Ante la duda de seleccionar una de estas almohadas para su cama, los vendedores le dejarán probar una muestra de cada en el establecimiento. No obstante, cinco minutos de prueba en un centro abierto al público y en un colchón que no es habitual no es suficiente para decidirse por una u otra.


El cuidado de la almohada


En cuanto a la tela de la funda, ésta debe ser suave y absorbente. Las almohadas rellenas de fibras naturales requieren una funda de algodón 100% para una mayor circulación de aire. Además deben tener una alta cantidad de hilos para prevenir que se filtren pequeñas partes del plumón a través de ésta.
En relación al cuidado de la almohada, se recomienda que las elaboradas de fibras naturales tienen que utilizar tanto la funda como un cobertor/protector. El uso de este protector evitará tener que lavarla más a menudo, lo que incrementará la vida de la misma. Deben de lavarse en la lavadora o en seco por lo menos una vez al año.
Las almohadas de fibras sintéticas se tienen que lavar a máquina ocasionalmente, cuando estén perdiendo su forma o estén aplastadas. El agua tiene que estar tibia y se les deja secar a baja temperatura hasta que estén completamente secas.
Por otro lado, las almohadas deben reemplazarse cuando la tela de la funda comience a mostrar señales del uso o la almohada pierda su forma y soporte, según explican en esta empresa. Si la misma tiene manchas, hoyos, despide olores indeseables o está perdiendo su relleno, es tiempo de cambiarla

CONSEJOS BASICOS A LA HORA DE ELEGIR COLCHON


  1. 1. Elija un colchon que sea saludable, comodo y de buena calidad. Ha de ser firme, homogenea y adaptable en su soporte (carcasa de muelles, bloque de latex o bloque de espuma), y comodo y mullido en sus acolchados. Firme porque nuestra columna vertebral no debe coger posturas extrañas ni vicios cuando dormimos (efecto hamaca), debe mantenerse en su postura natural para que no sufra. Homogeneo, porque debe tambien mantener el apoyo en toda la superficie del cuerpo (no debe tener hundimientos, ni huecos grandes) Adaptable porque nuestro cuerpo no es una tabla rasa, esta lleno de curvas, y a ellas se debe adaptar en cierto modo el colchon (ojo, tampoco debe acoplarse como un guante al 100% ya que entonces no cambiariamos de postura durante el sueño, y nos levantariamos seguramente con dolores y pinchazos en los musculos). Por ultimo los acolchados deben ser comodos y mullidos para que no soportemos excesiva presion en nuestros musculos al dormir y se adapten a las curvaturas del cuerpo.

  2. Una vez cumplido el punto anterior, compre el que le guste, no el que le diga el vendedor, ni el que le aconseje un amigo suyo porque le vaya bien a él. Recuerde que es usted el que va a dormir en el, ni su amigo, ni el vendedor (si no sabe cual le gusta en el momento de decidirse, no pasa nada, le pasa a la mayoria de la gente, pero al menos todos sabemos lo que no nos gusta y por el proceso de eliminacion podemos elegir tambien)

  3. Elija siempre del tamaño mas grande que el espacio le permita (en tamaño individual tiene 80, 90 o 105 cm. y para parejas 135, 150, 160 y 180, ademas se hacen medidas especiales). Olvidese un poco de la estetica, ya que mas vale dormir a gusto, que estar toda la noche viendo lo bien decorada que está la habitacion sin pegar ojo, al estar comprimido en una cama minuscula.

  4. Cuente ovejitas no euros. Olvidese de las gangas pues eso no existe cuando se trata del descanso. Aunque el precio de un colchon de buena calidad pueda parecer caro, dese cuanta que nos gastamos ese mismo dinero en cosas que francamente poco o nada van a hacer por nosotros como: poner pintura metalizada al coche, un paquete de tabaco al dia durante 6 o 7 meses, un vestido o traje de marca o 15 pelis en DVD... y sin embargo el colchon es una inversion en salud que disfrutaremos durante muchas horas, todos los dias durante 10 años.